El Ma TERAPIAS

Solía asistir a un círculo de mujeres con Elsa. Por ser ella francesa me gustaba nutrirme de su particular cosmovisión de la vida y la espiritualidad.

También acudí a un par de sesiones de liberación de huellas energética. Si bien la primera vez no quedé muy convencida de su eficacia la segunda vez realmente me impresionó porque descubrimos dolencias de vidas pasadas sobre las que ya me habían hablado otras personas. La ayuda de Elsa en estos dos aspectos fue clave para intentar sanar y superar una ruptura sentimental que fue complicada.

Mi hijo de 4 años estaba muy triste, no comía ni dormía bien. Dejó de jugar de un momento a otro y decía que se sentía muy triste, lloraba porque extrañaba a su papá que lo frecuenta poco y yo ya no sabía que hacer.

El día que tuvo la sesión de Reiki con Elsa no había querido comer, lo notaba un poco nervioso y con ojeras; al iniciar la sesión se notaba un poco desconfiado, pero esto cambió rápidamente, de inmediato comenzó a cooperar y después de la sesión yo quedé maravillada porque mi hijo había vuelto a ser el niño feliz y vibrante que siempre ha sido. Apenas terminada la sesión, comió, reía y jugaba nuevamente, su felicidad resaltaba a simple vista.

Recomiendo ampliamente a Elsa, ayudó a una de las personas que más quien más amo, mi hijo. 

Acudí principalmente con Elsa a círculo de mujeres, ahí fui tomando la fuerza que me ayudó a realizar cambios trascendentales en mi vida como un hilo que se va desenredando poco a poco encontré las hebras de muchas cosas que tocaba chambear. Segundo a eso fue tomar las sesiones de liberación de huellas energéticas que realmente me sorprendieron por la eficacia y rapidez con la que vi resultados desde asuntos somatizados en mi cuerpo hasta cuestiones energéticas son seres de otro plano.

Podría recomendar con mucho cariño asistir a sus terapias pues de verdad hay cambios notorios y con efecto permanente.

Con cariño.

Había estado tomando terapia pero me sentía estancado. Podía razonar todo el dolor y el vacío, pero no terminaba de entender cómo lidiar con algo que seguía presente. Sabía que tenía que reconectar con mi espiritualidad pero el mismo vacío me hacía regresar al laberinto emocional. Encontré a Elsa por casualidad en una pagina de Facebook (Punto la Gozadera). Sentí el llamado y la contacté. Cuando nos vimos le expuse mi situación con total apertura y no hubo juicio. Llevo 4 meses practicando sus enseñanzas y me siento bastante empoderado y en control de mi mismo. Dudo tener una crisis pronto. Para aquellas personas que ya no sepan qué hacer con su angustia, consideren nuevos caminos que en realidad no son nuevos, simplemente hay que recordarlos.